~Bàn-dhearg ruadh~

**Kaya** Jue 31 Mar - 14:36

Bueno aqui les dejo un trozito de la historia que estoy empezando... esta no esta relacionada con ningun juego pero espero que les guste n.n.. es un poco largo lo siento

~Bàn-dhearg ruadh~

~Bàn-dhearg ruadh~
Todo empezó con una mirada, una palabra, una sonrisa, una caricia, un abrazo, un beso, un te quiero, un te adoro, un Te amo y un te extraño… Pero finalmente terminó con una lagrima, una ausencia, un vacío, un te odio, un olvido, un pasado y un triste recuerdo.

Todo empieza con una mirada, casi todas las historias empiezan así ¿no? Los protagonistas se ven entre la multitud, sus miradas se entrelazan llegando el uno al corazón del otro, luego buscan la manera de poder hablar a solas; de conocerse. Ella sonríe a medias nerviosa a medias temerosa y él la premia con una suave caricia, la aloja entre sus brazos ciñéndola firmemente contra sí, y le susurra tiernas palabras de amor, ella sonrojada, quizás incluso llorando le murmura su respuesta, luego dulcemente él la separa ligeramente y con su mano atrae el rostro de su amada al suyo depositando un suave beso sus labios, demostrándole cuanto la ha echado de menos.

Ciertamente ahí es donde acaban las historias de amor que tanto nos gusta, amores que depuse de inimaginables pruebas triunfan y se ven recompensados con la felicidad de sus vidas con la siguiente frase: “Y vivieron felices, y comieron perdices” Y yo me pregunto ¿quién fue la bestia que inventó esa barbaridad? ¿Qué corazón tan perverso nos engañó de esa forma, o bien fue alguien tan dañado que necesitaba crear ese ideal de felicidad con el cual llenó los corazones de todos de esperanza? Así pues… ¿fue un acto bueno o malo? Nadie puede contestarte con certeza pues cada uno dirá una cosa u otra, pero yo os puedo asegurar que mi historia no acabó con ese “Y vivieron felices, y comieron perdices” Es más, no estoy segura de que haya acabado aún, siempre he estado más que dispuesta a luchar por lo que quiero, después de todo ¡soy una MacKeltar! Y sí ese es el mayor problema ¿os suena la historia de Romeo y Julieta? Sus familias se odiaban, las nuestras son enemigas desde el principio de ambos clanes ¡y eso que descienden de la misma rama familiar! Hace muchísimos años unas trece generaciones el clan MacArthur se dividió en dos por la riña de los hermanos Keltar y Kenzie ¿os lo podéis creer? Estos gemelos particulares se llevaban de fabula hasta que una hermosa muchacha se cruzó entre ambos, nadie sabe si Keltar mató a Kenzie en combate singular o Kenzie asesinó ¡a su propio gemelo! Es muy evidente que posición sostiene cada familia ¿no? Retomando el tema mí nombre es, Gwendolyn MacKeltar pero todos me dicen Gwen, tengo dieciséis años así que ya soy toda una “mujercita” como dicen mis hermanos. Tengo el pelo rizado y soy rubia, mido cerca de cinco pies y medio tengo los ojos claros estoy bien formada pero no creo que destaque mucho ¿Y acerca de él? Es el más guapo de todas las Highlands. Se llama Gawen, Gawen Mackenzie, tiene diecinueve años y es pelirrojo, su pelo parece una llama desordenada que cae en cascada hasta la cintura, enmarcando su rostro, su piel es muy pálida y sus ojos son de un verde profundo como los lagos de Escocia, mide cerca de seis pies y medio, casi siete, es ancho de hombros y condenadamente atractivo, todas las chicas de los alrededores suspiran por él, lo sé las he visto después de todo soy una de ellas.

Nos conocimos el año pasado lo recuerdo perfectamente… Estaba de paseo por el mercado de Inverness cuando me despisté y terminé completamente pedida entre el barullo de la gente, desorientada completamente choqué contra el pecho marmóreo de mi Gawen, por aquel entonces ninguno sabía que nuestras familias se odiaban, muy amablemente me ayudó a levantarme y me sacó de esa feria que era el mercado, tuvo el detalle de llevarme nuevamente a la posada y se quedó charlando un rato conmigo. Semanas más tarde ya en casa salí de paseo por el bosque a ver si encontraba algunos lirios de los que crecen junto al lago Glainne. ¿Cual debió ser mi cara al encontrarme a Gawen bañándose ahí? Ni me la imagino, estaba cerca de la orilla recogiendo lirios y derepente emergió del agua, recuerdo que mi corazón dejó casi de latir para luego reanudar su ritmo de forma frenética e irregular, él se quedó mirándome durante un momento y luego empezó a reírse al reconocerme, me di vuelta sonrojadísima y eché a andar rápidamente bosque adentro, pero antes de que hubiese dado apenas media docena de pasos unos brazos mojados me retuvieron pegándome a un cuerpo húmedo y tibio a la vez que me susurraba con voz sensual “¿ya te vas preciosa Gwen?” Al final sentados junto al lago hablamos largo y tendido; él estaba rememorando una de las travesuras cuan reparé en su kilt.
-¡Oh dios! –exclamé –No puede ser… ¡Eres un MacKenzie! –me levanté horrorizada ante la idea de estar junto a uno de ellos. Las historias de mi madre sobre las fechorías de los MacKenzie invadieron mi mente, él me miraba sin comprender.
-¿Qué ocurre Gwen? ¿Tiene algo de malo? –sus ojos revelaban desconcierto y recelo.
-¿A caso sabes mi nombre completo? No porsupuesto que no nunca te lo he dicho –hice una pausa para coger aire y tragué con fuerza- Mi nombre es Gwendolyn MacKeltar, soy la hija menor del Laird –anuncié. No dijimos nada más pues yo sabía o debía haber sabido desde un principio quien era él, Gawen MacKenzie, el mediano de los cinco hijos de MacKenzie, me fui de forma precipitada cuando él me lo confirmó. Estuve una semana sin salir de mi habitación, pasaron los días… Nos habíamos citado el día de la próxima luna llena, pero claro eso había sido antes de descubrir que éramos enemigos mortales…

“¿Qué demonios hago aquí? Debería estar en casa haciendo algo útil” me recriminé a mi misma “¡Oh vamos! No seas aburrida esto nos entretendrá” protestó una parte de mi “¿Y si es verdad lo que dicen? Además seguro no ha venido” le contesté, “Si crees eso ¿Qué haces aquí?” respondió, ante eso no tenia nada que decir. Seguí caminando, y lo vi sentado en una roca. En cuanto salí de entre los árboles su semblante se relajó inmediatamente.
-Te estaba esperando… -murmuró. En ese momento no tuve conciencia de nada más que de él y de sus ojos.
-¿Pensabas que no vendría? –le sonreí.
-Estaba casi seguro de que no –me respondió con una suave sonrisa, acercándose a mí y tomando mi mejilla en su mano- ¡Oh Gwen! –suspiró.
Sin poder decir nada me quede mirándolo, él se acercó a mi y sin reparo alguno me besó. Sus labios eran dulces pero firmes, rodeé su cuello con mis brazos y me pegué a él, no se cuanto rato estuvimos así, e incluso al parar sobraban las palabras nos quedamos juntos observando las aguas del lago Glainne. Así que empezamos a vernos a escondidas, nuestras familias nunca consentirían nuestra relación pero no nos importaba éramos tan dichosos…

Hasta que un día mientras contemplábamos el ocaso recostados el uno en el otro apaciblemente todo quedó destruido… Mi hermano mayor Aron me había seguido, al reconocer al hijo del clan enemigo con su hermana se puso hecho una furia, sin dudar desenvainó su claymore y se precipito contra Gawen, este lo esquivó por bien poco y desenfundando el también pronto empezó el combate entre dos de las personas que más amaba. “¡Oh dioses se matarán!” chilló una voz frenética en mi mente y desde ese momento todo se volvió borroso. En un instante estaba observando como mi hermano realizaba un giro de su mano doble y, dibujando un arco en el aire descargaba en que sería un golpe mortal para Gawen, no soy experta en combates pero si he presenciado docenas de ellos y tenía la seguridad de que Gawen no lograría parar ese golpe…
Y al otro sin saber muy bien como cuando mi hermano descargó el golpe Gawen no fue herido sino que calló a un lado, mi hermano logro desviar la trayectoria del filo pero no pararla, caí al suelo de espaldas jadeando, en mis oídos aun resonaba mi propio grito “¡Para!” pero tardé unos instantes en tomar conciencia de lo que sucedía a mi alrededor…

No puedo ver muy bien, los sonidos suenan como si estuvieran muy lejos, alguien presiona un trozo de tela sobre mi pecho, “¿Por qué lo hace?” me pregunto, la tela se vuelve pesada y esta húmeda, “¿Qué pasa?” vuelvo a preguntar. Puedo distingo el rostro de mi hermano se ve muy serio y en sus ojos leo el miedo, alguien me mueve un poco apoyándome en el regazo de Gawen, esta llorando “No llores amor…” intento decirle pero las palabras no salen de mis labios “¿Qué me pasa?” “Te estas muriendo, nos has puesto entre la espada y él. Aron ha tratado de parar el golpe pero no lo ha conseguido, el corte es bastante profundo, atraviesa nuestro pecho desde el hombro derecho hasta la cintura” me informa una voz en mi mente. Durante unos instantes siento miedo, no presto atención al intercambio de palabras entre ellos, un borrón rubio sale corriendo del claro “¿Por qué se va Aron? ¿Porqué nos deja?” le pregunto a la voz “Ha ido a buscar ayuda” responde. Mi conciencia va y viene de a ratos, algo húmedo me toca la mejilla, abro los ojos, él esta llorando… “Ayúdame, quiero hablarle” pido a esa vocecita interior “Esta bien… intentémoslo” Con gran esfuerzo logro recuperar de entre la niebla que me envuelve mi mano, luego el brazo entero. Trato de levantarlo pero se siente muy pesado, él lo coge al acto y aprieta mi mano suavemente, su piel es muy cálida.
-Shh, amor no te muevas. No te esfuerces todo irá bien. Todo irá bien –murmura suavemente con al voz rota.
-Gawen…yo…-meneo la cabeza es tan difícil hablar-No llores…Te amo, siempre… lo haré…Jamás… te olvidaré –digo de forma entrecortada, me cuesta mucho respirar. De algún sitio salen mis hermanos, siento que me mueven con mucho cuidado pero rápidamente.
-Esto te dolerá –me avisa uno de ellos no distingo cual.
-Te pondrás bien mi amor, lo veras… -asegura Gawen con la voz hecha gironés.
Trato de responderle que no se preocupe, que todo saldrá bien. Soy fuerte, más de lo que parezco…pero en cuanto me alzan un ramazo de dolor me recorre de arriba abajo destruyendo mi resistencia y lanzándome al vacío…